Yoga

Yoga & 8M, ¿Qué?

1 Mins read

Este 2025 fui por primera vez a la marcha del 8M, y la verdad es que no esperaba que me impactara tanto. Al principio, pensé que iba a ser una experiencia más, algo que se veía en redes o que escuchaba en conversaciones, pero estar ahí, rodeada de tantas mujeres, escuchando sus historias y viendo sus rostros, me hizo darme cuenta de algo importante: soy privilegiada, y no lo había comprendido del todo hasta ese momento.

Ser consciente de mi privilegio no solo me aleja de las estadísticas de violencia o desigualdad, sino que me coloca en un lugar de responsabilidad. Esa posición de privilegio me obliga a escuchar más, a amplificar las voces que necesitan ser escuchadas, y a no ser indiferente ante la injusticia. Es fácil pensar que, si algo no me afecta directamente, entonces no es mi problema, pero el yoga me ha enseñado a estar presente con lo que siento, sin juzgar.

Cada día, al ponerme en el tapete, me enfrento a mis emociones, a mis limitaciones, a mis miedos. Y en ese espacio de autoconocimiento, me doy cuenta de que no se trata solo de entenderme a mí misma, sino también de estar en sintonía con lo que me rodea. El yoga me ha mostrado que solo cuando realmente estamos en el presente, sin negarnos nada, podemos conectar con los demás de manera profunda y auténtica.

No se trata de ser perfecta o tener todas las respuestas, sino de reconocer nuestra humanidad compartida. El yoga no solo nos enseña a respirar o a movernos, sino a ser conscientes de lo que nos afecta, de lo que nos toca, y cómo podemos usar esa conciencia para ser agentes de cambio, en nuestro propio camino y en el mundo que nos rodea.”

Que el privilegio no nuble tu empatía

Se consciente y elige tu destino

Por: Maye Padilla (Si vas a copiar, al menos dame el crédito)

 Exprésate, comparte, libérate

Suscríbete para recibir nuevas historias